Conformes, pero con sabor a poco. Esa fue la sensación que les dejó la resolución del juicio a los familiares de Iván Sénneke, quienes esperaban la pena de prisión perpetua para los dos imputados que confesaron el hecho y no sólo para uno de ellos, como efectivamente sucedió.
La espera fue larga, ayer a la mañana, en tribunales. La audiencia se abrió a las 9, con las últimas palabras de los imputados. Tres de ellos: Sergio Antonio “Cascarón” Alderete, Luis Alfredo Díaz y Carlos Sebastián Suárez aprovecharon esa oportunidad para declararse inocentes. Mientras que José Manuel “Loly” Correa, quien había confesado el crimen y había asegurado que el disparo “se le escapó”, se limitó a pedir disculpas a la familia de la víctima. Recién seis horas después se conoció la resolución del tribunal, que estaba integrado por Alicia Freidenberg, Marta Cavallotti y Alfonso Zóttoli.
Las penas
“Loly” fue condenado a la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio agravado, ya que fue el autor del disparo que acabó con la vida de Sénneke, el 10 de noviembre de 2011, cuando dos delincuentes lo abordaron para robarle su mochila. “Cascarón”, quien había confesado que participó del asalto pero aseguró que no efectuó ningún disparo, fue sentenciado a 20 años de prisión por homicidio en ocasión de robo.
Los otros dos imputados recibieron la pena de ocho años cada uno por el delito de robo agravado. Se trata de Díaz, quien conducía el taxi que usaron los condenados la noche del crimen para movilizarse, y de Suárez, quien los acompañaba en el auto.
En cuanto concluyó la lectura de la sentencia, “Cascarón” rompió en llanto. El condenado a 20 años de prisión se retiró, arrastrado por los policías, mientras pedía a gritos que le permitieran acercarse a su madre y a sus hijos. “¡Dejenme abrazar a mi mamá, no la voy a ver nunca más!”, suplicó dando alaridos.
Entre el público, mientras tanto, también hubo lágrimas. Con la voz quebrada, Belén Sénneke recordó a su hermano. “Él era mi chiquito, el bebé de la casa y ya no lo tenemos. Lo que les den, sea perpetua o no, no lo va a devolver nunca. Lo espero todos los días y nadie abre la puerta, no lo tengo para abrazarlo”, dijo la joven, destrozada.
Insuficiente
La familia de Sénneke se mostró disconforme con parte de la condena. “Los dos (Correa y Alderete) tendrían que haber tenido perpetua, eso hubiese sido justo. Vamos a hablar con nuestro abogado para apelar la sentencia”, anunció Silvia Jiménez, la mamá de Iván, después de secarse las lágrimas y salir de la sala. “No tengo a mi cabezón y a la vez tengo que contener a mis otros hijos, que están desarmados”, expresó la mujer, conmovida.
Walter Sénneke, el papá de Iván, coincidió con su ex esposa en que la condena debió ser más dura. “Lo importante es que el primer objetivo, que era apresarlos y que estén condenados, ya está cumplido. Pero ahora faltan otros procesos y no tenemos quién nos garantice que no salgan y que la condena se cumpla; ninguno de nosotros tiene la garantía de que (el asesino) no vaya a salir y no vaya a repetir lo mismo”, reflexionó el hombre.
El abogado querellante, Sebastián Herrera Prieto, se pronunció en el mismo sentido. “Vamos a analizar los fundamentos para ver por qué no se ha tomado el pedido de la querella sobre las dos penas perpetuas”, afirmó. “No buscamos sentencias ejemplares, queremos que se haga justicia. Queríamos condenas, en algunos casos, de mayor intensidad”, insistió el letrado. En su alegato, Herrera Prieto había solicitado prisión perpetua para Correa y Alderete, y que se condene a Suárez con 15 años de prisión y a Díaz, con 12. La fiscala de Cámara Estela Giffoniello también había pedido la pena máxima para ambos. La lectura de los fundamentos se realizará el jueves 28 de agosto.